¿Cursos por WhatsApp? conozca el colombiano que revolucionó la capacitación

22 junio, 2021 0 Por Nicolás Contreras

La startup que ofrece a más de 10 mil usuarios en 9 países cápsulas educativas de 10 minutos y acompañamiento a través de un coach personal.

Los genios no se hacen dentro de un aula, y Santiago Salazar lo sabe muy bien. El sistema de educación tradicional nunca fue su mejor amigo; sin embargo, se convirtió en CEO y cofundador de una innovadora plataforma que entrega recursos educativos abiertos a través de Whatsapp: hackU.

Originario de Medellín, Colombia, Santiago a sus 27 años sabe muy bien lo que significa la palabra emprendimiento. Santiago comenzó a emprender desde los 15 años al tiempo que luchaba por adaptarse a un sistema educativo que claramente no lo inspiraba. Pasó por cinco colegios, en los que tuvo dificultades sobre todo en temas de comportamiento y materias que no conectaban con sus intereses. “En el colegio hay dos capacidades que se valoran muchísimo: quedarse quieto y guardar silencio. No sé en cuál de las dos me iba peor, siempre tuve bastantes conflictos. Pero desde muy joven emprendí: en negocios de comida, de reventa y otros”, recuerda Santiago.

Con su primera empresa formal, una compañía que a través de distribuidores universitarios vendía barquillos rellenos de arequipe, impulsó a más de 100 distribuidores y tres sedes de producción. Este emprendimiento le ayudó a pagar prácticamente la universidad y probarse como emprendedor, pero también a darse cuenta de que el mundo educativo y estar conectado con los jóvenes era su pasión.Muy pronto, encontró su principal motivación: reinventar ese sistema educativo, que todavía funciona bajo el paradigma de “aprender en un aula”. Luego de abandonar la universidad para seguir su impulso emprendedor (y finalmente completar una carrera en Administración de Empresas), vivir en España como parte del programa Clinic Joven Emprenda y también en el Amazonas; donde creó una red de emprendimiento de jóvenes y otra enfocada en innovación educativa con colegios y docentes, Santiago comprendió que donde realmente aprendía era fuera del aula, y no dentro de ella.

Después de tener diferentes experiencias y ser representante de colectivos juveniles enfocados en el emprendimiento social y la innovación educativa, el joven paisa montó en 2018 la primera versión de hackU, una compañía cuya intención era crear startups educativas. “La empresa se llamaba Ingenio e inició representando mis ideales, uno de ellos reinventar el sistema de educación. Para mí era absurdo cómo el sistema funcionaba desde sus fundamentales, y cuando hackU nació la intención era ofrecer una alternativa totalmente diferente a la tradicional para educarse”, explica Santiago.

La primera versión de hackU consistía en ofrecer educación para ser un profesional, sin necesidad de pasar por la universidad, siendo validado por el mundo empresarial. Este plan salió mal para Santiago y Juan Simón, su socio, pues no tuvieron los resultados que esperaban y ganaron algunos enemigos, ya que la cultura no estaba preparada para una plataforma educativa de tal magnitud y con esa visión.

Aunque ese capítulo representó un gran desafío, también se convirtió en una oportunidad, con esa idea de negocio, en 2019 Santiago y Juan lograron reunir a 130 inversionistas (entre familiares, amigos y empresarios colombianos) para volver a emprender, bajo el concepto de hacer algo realmente significativo en la educación, montando una red social de contenidos educativos ilimitados.

Esta segunda versión del proyecto original resultó en otra caída en picada que los dejó en bancarrota y sin personal. Pero Santiago y Juan perseveraron, conversaron sobre esas lecciones aprendidas y volvieron a empezar. Con la incorporación de un tercer socio, Alejandro Duque,  decidieron vender cápsulas educativas a través de Whatsapp y, cuando llegó la empresa que necesitaba este tipo de producto, se dieron cuenta de que era una oportunidad de mercado sin precedentes.

“El mayor reto fue encontrar ese ajuste de producto-mercado, ya que empezamos con una perspectiva de lo que nosotros queríamos hacer, en lugar de ver el ‘dolor’ latente del usuario: que las empresas no encuentran soluciones para la población no nativa digital. Fue muy difícil, gastamos mucho dinero, nos demoramos dos años y todo apuntaba a que íbamos a morir. Pero me considero un hombre de mucha fe y, literalmente, le dije a Dios: ‘Parcerito, échame la mano o esto se acaba’. Y la compañía tomó un rumbo inesperado de educación a través de Whatsapp; seguimos caminando y llegamos a lo que hoy conocemos como hackU”, asegura Santiago Salazar.

Hoy hackU es una startup que ofrece a más de 20 mil usuarios cápsulas educativas de 10 minutos y acompañamiento a través de un coach personal. En 2020 lograron enviar más de 400 mil cápsulas educativas en 9 países y, gracias a eso, tuvieron un ascenso impresionante: en el primer trimestre de 2021 superaron el total de ventas del año anterior, levantaron una ronda de capital de USD $300 mil con fondos y actores de talla global donde se contrató un equipo senior para continuar sus operaciones.

Su meta para este año es cerrar con USD $1 millón en ventas acumuladas y, en un plazo de cinco años, proyectar ventas de USD $100 millones con presencia en toda Latinoamérica, siendo líder en soluciones educativas para que las compañías eduquen a su fuerza laboral de forma simple y cotidiana, permitiendo que las personas, sin importar edad y nivel educativo, puedan aprender.

Un emprendedor que no para 

Como un hacker del sistema educativo actual, Santiago asegura que la educación del futuro está basada en lo simple, lo cotidiano y el aprendizaje a lo largo de la vida. “Yo creo que confundimos demasiado estudios con educación, cada vez iremos configurando más alternativas para que la gente se eduque de manera continua, aunque no esté relacionado con sus estudios. La educación se moverá hacia esquemas más simples y cotidianos donde la gente aprenda durante la vida, no esquemas tan complejos que no se adaptan a la realidad del mundo de hoy”, explica.

Santiago ha sido reconocido como Global Shaper por el World Economic Forum, representante de los jóvenes en la Mesa de la Educación en Medellín, y también fue postulado como Secretario de Educación. Con su extensiva experiencia y conocimiento de la realidad de la educación en Colombia y Latinoamérica, tiene como propósito seguir impulsando la transformación del sistema educativo a nivel global